top of page
Casa Part G1.gif

El ritmo de la rumba reúne a las travas del barrio de San Camilo en Chile. Algunas se sacuden tímidamente en la concurrida pista de baile, otras se toman de la cintura y confieren vida a ese rincón iluminado por sus sonrisas bañadas en un ocasional magenta. El documental de Gloria Camiruaga (en colaboración con las Yeguas del Apocalipsis) prioriza las memorias del aire que se respira en la compañía de la otra. El tiempo se nos escapa entre los dedos; acompañar nuestros cuerpos con amigas, hermanas y compañeras es una forma de resistencia.

 

Zoom out. El color se homogeneiza en las calles opacas. “Casa Particular” se alcanza a leer en uno de los muros desvestidos de pintura. La voz pasajera, entrecortada y descontextualizada de un proxeneta comprueba el carácter político de este documental participativo. Camiruaga es fiel a su búsqueda de memorias instantáneas de la disidencia sexo-genérica. La expresividad en la voz y el cuerpo de las travas de Casa Particular impide una concesión de protagonismo absoluto al deteriorado escenario urbano. Las sesiones grupales de maquillaje, las salidas nocturnas e incluso las efusivas poses de banqueta corresponden a una apropiación estética y física de San Camilo.

 

La intrusión heterogénea de las subjetividades trans también se traslada al crudo diseño sonoro del filme. De la rumba pasamos al testimonio y más tarde a la palpitante voz de Francisco Casas. El (des)control en el sonido retoma las experiencias de las mujeres que habitan, crean y celebran en Casa Particular. Una de ellas nos cuenta, con un nudo en la garganta, sobre un ataque reciente a una de sus hermanas más amadas, “Me gustaría haber morido con ella...juntxs”. Una voz exhausta se desborda ante el dolor de la ausencia. Su presencia no se intimida con el ruido público ni las limitaciones tecnológicas del equipo de grabación.

 

El material filmado por Gloria Camiruaga y las Yeguas del Apocalipsis eventualmente materializó el espíritu de su tensión ideológica y estética. A finales de 1990, Casa Particular formó parte de una exposición del Partido Comunista chileno dedicada a la libertad de expresión en los primeros meses de la era post-Pinochet. La fachada de apertura e inclusión liberal de la nueva hegemonía se desmoronó con la censura del proyecto debido a la "cuestionada" aparición del “pene de la travesti”. Al respecto Pedro Lemebel escribe: “...como un péndulo sorpresa que desborda la pose virginal, quedando registrado en video el fraude quirúrgico de la diosa”. El montaje de Casa Particular revierte momentáneamente la necia y obsesiva mirada cisgenérica. Las fijaciones de la cisnormatividad comprueban su incapacidad para mirarnos a los ojos.

-ang3lxmy3rz

Casa Particular

1990

Gloria Camiruaga

10 min

bottom of page